jueves, 21 de febrero de 2013

Guardias eternas

Me dio la idea de esta tema Gi,cuando me recomendó que leyera  una nota sobre el no dormir de las madres de niños pequeños, por pañales, por lactancias, por fiebres, etc..y entonces caí en la cuenta que yo había pasado todas y cada una de esas esas épocas, y teniendo hijos grandes, las cosas cambian un poco para seguir iguales.
Cuando todo eso se acaba,  y dejan atrás pañales y demás implementos y las fiebres se hacen mas esporádicas, empieza una a  retomar el sueño tranquila cuando escucha la llave en la cerradura o llega la llamada donde nos dicen ...-Todo en orden.
Pero hay una franja de madres vigías que nunca aparecen muy representadas y este caso también me toca, somos las mamás de chicos con enfermedades crónicas, cualquiera de ellas, yo he tenido la enorme suerte de que me tocara una de las que mas posibilidades da de llevar una vida "normal", absolutamente desconocida para la mayoría de las personas, como lo era para mi hace tiempo, la Diabetes tipo 1 que solo les toca a los niños y a los jóvenes.
No hay días y noches, son horas ininterrumpidas de controles y pinchazos para evitar hipoglucemias y sobre todo las mas temidas, las nocturnas, así que aquí estamos las madres centinelas, midiendo glucosas y preparando otra vez leche templada para cuando  necesitan hidratos.
Y sigo diciendo que me siento una privilegiada porque me toco con un hijo ya adolescente, que aunque haya que pelear contra esa rebeldía innata , que tienen que tener, hay muchas que les toca con bebes y niños muy pequeños, que no tienen manera de reconocer los síntomas de una hipo, y necesitan a su madre 24 x 24 para que los ayude,y  allí van, a los colegios a la hora del patio para medirlos y ponerle sus dosis de insulina y así día tras día.
Y a rezar para que no se enfermen, una simple fiebre o un resfriado y que decir de la gastroenteritis puede convertir tu día y noche en un tormento.
El mio ya reconoce todos los síntomas incluso hemos podido comprobar que se despierta si viene una hipoglucemia,así que aunque me dicen que ya no necesita tanto a su vigilante nocturno, no puedo evitar despertarme cada madrugada entre las tres y media y las cuatro para cerciorarme que todo esta en orden,y cada mañana de cada día de cada año, llegar a la misma hora con el desayuno y verlo decirme Buen dia  m!!a, y que esa sonrisa valga todas las guardias y los desvelos que hagan falta.
Por eso a todas las madres compañeras de imaginarias, un gigantesco abrazo .

3 comentarios:

  1. Mercedes, tu sabes perfectamente que te entiendo, y que comparto palabra por palabra tus miedos y angustias.

    Es durísimo ver pasar días y noches a la espera de que en un momento dado pueda surgir un problema innecesario.

    Yo llevo una temporada durmiendo desde las 10,30 en adelante, puesto que le hemos adelantado la cena (8,30) y le medimos dos horas después la glucemia. Es entonces -a las 10,30- cuando corregimos los niveles... pero muchas veces pienso si será suficiente.

    ¡Qué difícil es no obsesionarse con los problemas ni tampoco descuidar los riesgos...!

    Un abrazo.

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  2. Y hasta se parece a vos ese dibujito de la superMom!
    Besote

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  3. Ains... Qué haríamos los hijos, sin unas madres como vosotras?

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